viernes, 5 de agosto de 2011

eso no, hermanito

Cuando eres niño apenas eres consciente de nada; vives a través de tus padres y de poco más te enteras. Si tu madre está triste, te pones triste, si tu padre te trae un huevo kinder al volver de trabajar te alegras pero, sin saberlo, lo que realmente te alegra es ver cómo te mira él cuando te da el regalo. Cuando sales a pasear, correteas varios metros por delante de ellos, pensando en cosas que únicamente tienen sentido para ti solo y en ese preciso instante. Y de los hechos puntuales, sencillamente no te enteras.

Mi hermano me contó que, cuando yo era pequeña, una tarde, mi madre estaba triste. Él le preguntó qué le pasaba. Y ella le contó que, un poco antes, venía de camino a casa conmigo y yo había visto algo en un escaparate que me había llamado la atención. Era una baratija de cuatro pesetas, pero a mí me gustaba, lo quería. Y ella no me lo pudo comprar porque no tenía dinero. No tenía dinero en ese momento, pero tampoco habría podido comprármelo aunque hubiera tenido algo, porque era fin de mes y eran malos tiempos. Y ella lloraba, porque no soportaba pensar que no me podía comprar una mierda de cuatro pesetas, seguramente de plástico y de colores brillantes que yo, seis, siete años, había visto en un escaparate, y seguramente olvidado diez minutos después. Y mi madre llorando.

Y no es justo.

Y me pareció tan triste que tuve que pedirle a mi hermano que, aun tratándose de una despedida, recordase cosas que fueran alegres o al menos lo parecieran. Le pedí a mi hermano, la víspera de su marcha, que se guardase su emotividad donde le cupiera. Si tuviera siete años podría aducir que lo hice inconscientemente, pero no es el caso, porque ahora apenas lloro por empatía, y es una situación mucho más triste y horriblemente solitaria.

Escapo del retorno a la infancia, de conectar emotivamente con otras personas, de operar psicológicamente a un nivel colectivo con los demás. Me obsesiona mi individualidad, conservar mis rasgos, conservar, conservar, conservar, distinguirme de


Lo hice en defensa propia. Lo hago en defensa propia.

O quizá sólo tenga miedo.


O sea una ignorante.

me cuesta tanto entender
necesito entender

necesito entender.

2 +:

Rudo Curtir dijo...

Entenderás. A lo mejor cuando deje de importarte entender. A lo mejor.

Ada dijo...

Tienes razón.